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Mirar hacia el futuro ¿Qué esperamos del 2025 en materia de energía?

El 2024 marcó un año crucial para el sector energético en México, lleno de retos y oportunidades que han dado forma al panorama actual de las empresas energéticas, en especial las dedicadas al suministro calificado. Tras las elecciones en México, el escenario político ofreció diferentes alternativas para la continuidad y evolución de las operaciones en esta industria estratégica.

El actual gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum ha optado por continuar con la cooperación y el trabajo en conjunto entre el sector privado y público para la generación de energía, pero dando prioridad a las operaciones de las ahora empresas del estado: Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Este enfoque refuerza la idea de recuperar la soberanía energética, asignando a la CFE la tarea de generar al menos el 54% de la electricidad en el país. Aunque estas directrices aún están en desarrollo, las decisiones tomadas en 2024 perfilan un sexenio donde se buscará equilibrar el fortalecimiento del sector público con la necesidad de inversión y modernización que puede ofrecer la iniciativa privada.

Uno de los aspectos más relevantes para el 2025 será la implementación y el seguimiento de la reforma energética, específicamente en lo relacionado con las empresas públicas y las leyes secundarias derivadas. Si bien el porcentaje de participación de la CFE en la generación de energía está definido, aún queda por resolver cómo se articulará la relación con los suministradores calificados y los privados que operan en el mercado. Este punto es especialmente sensible, ya que el suministro calificado ha demostrado ser un motor para atraer competitividad, reducir costos y diversificar las fuentes de energía.

Por otro lado, el gobierno de Sheinbaum parece apostar por un modelo que fomente la inversión extranjera en proyectos de infraestructura energética de alta relevancia nacional. Estos proyectos no solo buscan fortalecer la capacidad productiva del país, sino también generar bienestar social, especialmente en comunidades que hasta ahora no han sido integradas plenamente al desarrollo energético. Las empresas mexicanas del sector tienen una ventaja en este terreno gracias a su experiencia en operaciones complejas y al profundo conocimiento del mercado local.

En el plano internacional, la llegada de Donald Trump a un segundo mandato en enero de 2025 introduce variables importantes para el sector energético no solo en América del Norte, sino para todo el mundo. Trump ha señalado en reiteradas ocasiones su intención de revitalizar la producción de hidrocarburos en Estados Unidos, lo que incluye desincentivar las energías limpias y priorizar la extracción y comercio de petróleo y gas.

Esta política tendrá un impacto significativo en la dinámica regional. Por un lado, puede provocar un desequilibrio en los esfuerzos globales para transitar hacia energías renovables, desplazándolas a un segundo plano dentro de la agenda energética estadounidense. Por otro lado, esta situación podría representar una oportunidad para México, ya que la reducción del protagonismo de las empresas estadounidenses en energías limpias podría abrir espacios para que México amplíe su liderazgo en este sector. Con una estrategia bien articulada, el país podría atraer inversiones y desarrollar proyectos innovadores que impulsen fuentes de energía menos contaminantes y alineadas con los objetivos de sostenibilidad global.

El sector energético en México enfrenta un momento decisivo en el que convergen grandes desafíos y oportunidades. La prioridad otorgada a Pemex y la CFE debe equilibrarse con la participación del sector privado para evitar rezagos en innovación, eficiencia y competitividad. Al mismo tiempo, las políticas internacionales, como las promovidas por Trump, pueden influir tanto positiva como negativamente en las estrategias nacionales, exigiendo un enfoque ágil y adaptable por parte del gobierno mexicano.

La clave para México radicará en fomentar la colaboración entre todos los actores del sector energético, desde las empresas públicas y privadas hasta los consumidores y reguladores.

Desde Enicon celebramos los logros realizados en 2024, estamos con la mirada en alto para continuar trabajando durante el siguiente año y entregarles a nuestros colaboradores las mejores soluciones en energía como lo hemos hecho estos años.