El 6 de noviembre, la Presidenta Claudia Sheinbaum a través de la titular de la Secretaría de Energía Luz Elena Gonzalez anunció la Estrategia Nacional del Sector Eléctrico, que a su vez forma parte del Plan Nacional de Energía. Esta Estrategia se divide en cuatro ejes principales: Fortalecimiento del sector; Avanzar en la "justicia energética"; Garantizar Sistema Eléctrico Robusto, Confiable y Seguro; y Reglas claras para la inversión privada.
A través de sus cuatro ejes, se busca continuar con la política energética establecida desde el sexenio pasado, donde la fortaleza del Estado se interpone en el sector energético, pero a su vez abre la posibilidad para la participación del sector privado. Sin embargo, conviene analizar los retos que las empresas de suministro calificado tendrán que enfrentar para continuar en operaciones.
Robustecer a la Comisión Federal de Electricidad, conforme lo mencionado durante la presentación de esta estratégia podría limitar la participación de las empresas en la generación de respaldo. Si la CFE asume el papel de respaldo principal, las empresas de suministro calificado perderían la posibilidad de operar de manera independiente en casos de insuficiencia energética. Al depender en gran medida de la CFE para garantizar la continuidad del suministro, la autonomía y competitividad de estas empresas se vería limitada.
Conforme a la transición energética, si bien es una obligación para todo el sector comenzar a utilizar mayores energías generadas por fuentes no contaminantes, en el corto plazo se tendría que hacerle frente al invertir una importante cantidad de dinero en renovar la generación de energía por medio de fuentes limpias.
Otro reto a hacerle frente es el límite de generación por parte de privados. La estrategia establece que la participación privada en la generación de energía será de hasta un 46%, mientras la CFE retendrá el control del 54%. Esto implica que las empresas de suministro calificado tendrán un límite claro en cuanto a su capacidad de generar energía, lo que las coloca en una situación dependiente de la generación de la CFE y de los precios que ésta determine. Principalmente, se podría ver reducida su presencia en el mercado y limitando sus opciones de generación a las que se les permita desarrollar, lo que a su vez podría desincentivar nuevas inversiones en infraestructura de generación renovable, lo cual es crucial para cumplir con la demanda energética futura.
El plan energético de la Presidenta Claudia Sheinbaum representa un cambio significativo para las empresas de suministro calificado en México, desafiándolas a adaptarse a un mercado con menor participación en la generación privada y mayores regulaciones de confiabilidad y respaldo.
Desde Enicon continuamos positivos ante el panorama político y estamos seguros que continuaremos ofreciendo las mejores soluciones en materia de energía a nuestros clientes.