# Noticias Dic2025
La electrificación en el mundo crece

La Agencia Internacional de la Energía (IEA) publicó en su World Energy Outlook 2025 un análisis sobre la evolución del sector energético mundial. El informe examina diferentes escenarios futuros basados en las políticas actuales, los compromisos declarados y las metas de emisiones netas cero, los cuales mencionamos en un escrito previo.

En esta edición, la IEA no solo analiza la composición de la matriz energética, sino también la creciente relevancia de la electrificación frente a fenómenos como el aumento sostenido de la demanda y la necesidad de garantizar un suministro confiable que acompañe el ritmo del crecimiento económico. Según la IEA, la electrificación se consolida como un pilar estratégico del desarrollo global, impulsada por la modernización tecnológica, la expansión de la movilidad eléctrica, el crecimiento exponencial de los centros de datos y el auge de la inteligencia artificial.

Los tres escenarios proyectados por la IEA coinciden en un incremento significativo de la demanda eléctrica: alrededor del 40% hacia 2035 bajo las políticas actuales y declaradas, y más del 50% en el escenario de emisiones netas cero. Este aumento responde principalmente a la electrificación de procesos industriales, la adopción masiva de vehículos eléctricos, la climatización eficiente y la digitalización de la economía.

Aunque la electricidad representa hoy solo el 21% del consumo final global de la energía, se ha convertido en un referente clave para precios y políticas energéticas. Su importancia radica en que abastece a sectores que generan más del 40% del PIB mundial y constituye la base del bienestar en la mayoría de los hogares.

Uno de los motores más dinámicos de este crecimiento es la infraestructura digital. Los centros de datos y la inteligencia artificial concentran la expansión más acelerada, especialmente en economías avanzadas y China. La IEA estima que la inversión en centros de datos alcanzará USD 580 mil millones en 2025, superando incluso los USD 540 mil millones destinados al suministro mundial de petróleo. Aunque la triplicación del consumo eléctrico de estos centros representará menos del 10% del incremento total de la demanda global, su concentración geográfica ejerce una presión significativa sobre las redes locales, planteando retos de capacidad y resiliencia.

Este crecimiento acelerado establece retos, como que la expansión de redes inteligentes, el almacenamiento energético y la integración masiva de renovables son indispensables para garantizar la estabilidad del suministro, debido a que, si no se cuenta con inversiones en infraestructura y flexibilidad del sistema, el riesgo de cuellos de botella podría limitar el potencial económico de la electrificación.

También, la electrificación es un catalizador de la descarbonización siguiendo la línea del crecimiento en el suministro energético por energías renovables y la sustitución de combustibles fósiles, especialmente en transporte, industria y climatización. En el escenario de emisiones netas cero, más del 60% de la electricidad provendría de fuentes renovables para 2035, lo que implica una transformación profunda en la matriz energética global.

Finalmente, La digitalización y la inteligencia artificial incrementan la demanda, pero también ofrecen soluciones para optimizar el consumo y la operación de redes, si se decide claro a invertir en soluciones tecnológicas. Tecnologías como la gestión predictiva y el almacenamiento distribuido serán claves para equilibrar sistemas cada vez más complejos que requieren mayores cantidades de electricidad.