Publicada el 6 de noviembre, La Estrategia Nacional del Sector Eléctrico propuesta por la Presidenta Claudia Sheinbaum a través de la Secretaria de Energía Luz Elena Gonzalez representa un avance fundamental hacia la transición energética en México. Tomando en cuenta sus cuatro ejes sobre los que se basa (Fortalecimiento del sector; Avanzar en la "justicia energética"; Garantizar Sistema Eléctrico Robusto, Confiable y Seguro; y Reglas claras para la inversión privada), la estrategia refleja los ánimos de la actual administración para preparar al país para un modelo energético más sostenible, accesible y confiable.
El primer eje de la estrategia, centrado en fortalecer el sector mediante una mejor planeación y coordinación entre todas las áreas involucradas, es de suma importancia para sentar las bases de una transición energética efectiva, pues la coordinación estrecha entre la CFE y gobiernos locales asegura que las decisiones energéticas sean consistentes con las realidades regionales y nacionales, lo que permite un despliegue eficiente de recursos y un aprovechamiento óptimo de las fuentes renovables.
El segundo eje, enfocado en la justicia energética, propone asegurar que toda la población tenga acceso a energía de calidad, manteniendo tarifas asequibles y promoviendo el uso de energías renovables, lo cual resalta la importancia de una transición justa, en la que todos los sectores de la sociedad, independientemente de su ubicación o situación económica, puedan beneficiarse de la evolución del sector energético.
El tercer eje propone un sistema eléctrico robusto y seguro, con la CFE como columna vertebral de la confiabilidad del suministro, especialmente en momentos en que las energías renovables intermitentes, como la solar y la eólica, no puedan cubrir la demanda. Este papel de la CFE como respaldo garantiza que la transición a las energías limpias no comprometa la estabilidad del suministro eléctrico, conviviendo con otro tipo de energías, ahora llamadas energías térmicas.
El cuarto eje establece condiciones claras para la inversión privada en el sector energético, permitiendo que estas empresas participen hasta en un 46% de la generación eléctrica, con una capacidad de generación renovable adicional proyectada entre 6,400 y 9,550 MW hacia 2030. Este enfoque crea una sinergia entre el sector público y privado, maximizando el impacto de la inversión en energías renovables y aprovechando oportunidades de nearshoring, además de hacer uso de las alianzas ya generadas entre gobierno y privados, lo cual hace que se complemente la experiencia de ambos sector así como los recursos disponibles para acelerar los esfuerzos para lograr la transición energética.
El enfoque en colaboración interinstitucional y el compromiso de brindar energía asequible y limpia expresados por la actual administración de Claudia Sheinbaum abren la puerta a una transformación profunda del sistema energético, teniendo mayores posibilidades de lograr las metas globales de reducción de emisiones y ralentizar el cambio climático.